miércoles, 31 de octubre de 2012

Mi página web

Llevo con el proyecto de crear una web desde verano y ha tenido que ser mi cambio de vida el que me impulsara a llevarlo a cabo de una vez por todas. Aquí la tenéis: http://www.transcreatingworlds.com/ (también podéis acceder a ella por medio de la pestaña). Aún me faltan retoques de diseño y un par de cosillas más que tengo que perfeccionar o pensar mejor, pero podéis ir echando un vistazo. No se trata de una página personal, sino más bien un proyecto profesional. Espero que os guste. Por el momento, es muy sencilla, pero tiempo al tiempo. Os agradezco si la compartís y hacéis un poquito de publicidad, que nunca viene mal.

Un abrazo

sábado, 27 de octubre de 2012

Una nueva aventura

La verdad es que hasta ahora he usado el blog para hablar de temas que consideraba que se merecían una entrada o que podrían ser útiles de algún modo, pero, esta vez, voy a hacer una entrada más a modo de queja o denuncia, aunque puede que alguien le saque alguna utilidad.

Supongo que los que os movéis por el mundo de los videojuegos ya lo habréis oído, pero para los que aún no se hayan enterado, una empresa bastante grande de juegos online ha hecho una restructuración y, con ella, se han ido 130 personas a la calle y, entre esas personas, de los más afectados han sido los traductores.

Si os soy sincera es algo que se veía venir: la gestión de proyectos la habían dejado en manos de gente que no tenía prácticamente nada que ver con el mundo de la traducción y quienes consideraban que cualquier persona era capaz de traducir todo lo que le dieran en un tiempo récord porque la traducción es algo tremendamente sencillo, todo el mundo que sabe un idioma (os remito a una de mis primeras entradas) sabe traducirlo a su idioma. De hecho, uno de los ejemplos más claros que se vieron en los últimos tiempos fue que la empresa recibió 20000 palabras para traducir y, como ya sabían que los traductores internos se iban a ir a la calle y los externos les salían demasiado caros, decidieron darles la traducción a los administradores de los foros de cada idioma porque ellos lo hacían gratuitamente y daba completamente igual lo que esas personas hubieran estudiado o hecho en su vida o los conocimientos de los idiomas que tuvieran, lo importante era su precio. Un ejemplo así demuestra el poco valor que se le daba a los traductores y, por tanto, que los traductores se fueran y los sustituyeran por gente más barata era cuestión de tiempo. Con esto también os remito a mi entrada sobre los gestores de proyectos.

A lo que voy es que por desgracia para nosotros aún el mundo de la traducción y de la localización está muy infravalorado. El hecho de que una empresa con más de 500 trabajadores ponga en manos de cualquiera el departamento que hace posible que esa empresa tenga éxito internacional es una muestra de que aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar el reconocimiento. Yo, por mi parte, no me voy a cansar de luchar por lo que considero justo y por lo que considero que significa hacer las cosas bien, aunque ahora esto implica para mí embarcarme en una nueva aventura que es la del traductor autónomo y en la que necesitaré el apoyo de muchos de vosotros, los traductores.

La traducción, la localización y la transcreación son la forma que el mundo tiene de atravesar fronteras sin necesidad de moverse de su casa, son la forma de conocer otros mundos que, de otro modo, nos serían inaccesibles, son la forma de llevar lo local a lo global y son una herramienta necesaria para que una empresa tenga éxito internacional. Por tanto, quien las tira por la ventana está destruyendo su oportunidad de conquistar el mundo.


sábado, 6 de octubre de 2012

Los gestores de proyectos: los que deberían ser nuestros aliados

Últimamente, he tenido un par de malas experiencias con gestores de proyectos, lo que me ha llevado a reflexionar qué es lo que se debería esperar de un gestor de proyectos desde el punto de vista de un traductor, pero también desde el punto de vista de la empresa (al menos de lo que buscaría yo si fuera una empresa). 

Desde una perspectiva general y, en mi opinión, el gestor de proyectos es una figura vital para que el proceso de traducción o localización se realice correctamente y, por tanto, el gestor de proyectos tiene que ser un buen profesional, capaz de tener una visión de conjunto, un buen criterio matemático y un don de gentes. Por supuesto, estos aspectos son muy generales y bastante difusos, así que voy a intentar ser más específica.

Considero que un gestor de proyectos de traducción debería haber estudiado Traducción o al menos tener una amplia experiencia como traductor. La razón para ello es muy simple: el gestor de proyectos es el nexo de unión entre lo que quiere la empresa y lo que va a proporcionarle el traductor. Por tanto, debe ser capaz de resolver cualquier problema en el proceso: tanto dudas del traductor como dudas por parte de la empresa. 

En primer lugar, debe ser capaz de agarrar la propuesta de la empresa y saber diseccionarla y analizarla de tal forma que el mayor número posible de dudas de traducción que pueda plantear el texto ya las pueda plantear él o ella desde el principio. 

Por ejemplo, el otro día nos enviaron una tarea en la que una empresa inglesa nos pedía traducir una encuesta. En ella, los resultados de la encuesta tenían esta estructura:

Id 1: %s %p a happy warrior who wants to be in a world full of butterflies (es solo un ejemplo).

La empresa planteaba que el primer %s hacía referencia al sujeto y el segundo %p al verbo puesto que solo eso cambia en inglés en la frase y no se planteaban que en otros idiomas los cambios van más allá de la forma verbal y del sujeto: el género por ejemplo. El caso es que el gestor de proyectos ni siquiera se planteó que esto supusiera un problema o que esto provocara que la empresa inglesa tuviera que introducir textos alternativos en el código del programa para los otros idiomas para que el resultado saltara conforme al sexo de la persona que respondía la encuesta. 

Los traductores fueron los que plantearon la solución y después de todo un día de trabajo y entregar la tarea de la forma adecuada para que se adaptara a los idiomas romances, el gestor de proyectos dijo que la reprogramación del código costaba mucho dinero y que no había que hacer la tarea. Todo un día tirado por la borda porque no fue capaz de analizar desde el principio cómo se debía llevar a cabo la tarea y qué es lo que tenía que pedir a la empresa. Tan solo con leerse bien lo que pedían, ver el primer ejemplo y, por supuesto, tener una noción de cómo funciona la traducción, el problema se habría resuelto.

En segundo lugar y en relación con el ejemplo, el gestor de proyectos tiene que ser capaz de calcular los costes y el tiempo conforme a los recursos que tiene a su disposición y conforme a lo que es mejor para la empresa. Es decir, a veces es mejor plantear a la empresa un plazo más amplio y usar menos recursos, lo que supone menos dinero a la empresa, que usar muchos traductores para un mismo proyecto y que haya discrepancias dentro del proyecto. El gestor tiene que ser capaz de ponerse en la piel del traductor y de la empresa y no plantear plazos imposibles o prometer el oro y el moro y que eso repercuta en gastos adicionales. 

En tercer lugar, el gestor de proyectos debe ser una persona empática y con un don de gentes. En su función, debe saber mantener contentos no solo a las empresas, sino también a los traductores. El hecho de que haya muchos traductores en el mundo no quita que cuando tienes unos buenos en el equipo, deberías ser capaz de mantenerlos, ya que, se crea una relación de confianza y esto te garantiza que ofrecerás un producto bueno y a tiempo. Al fin y al cabo, la figura del gestor de proyectos no existiría sin los traductores, así que deberían ser su bien más preciado. 

Debería estar siempre disponible para las dudas de los traductores y ofrecerles siempre a priori toda la información necesaria para que desarrollen bien su tarea. Es decir, en el proceso de análisis de la tarea, debe realizar una labor de documentación y pedir a la empresa todos los materiales que considere necesarios y toda la información que pueda ser de valor para el traductor. De esta forma, se evitará muchos quebraderos de cabeza durante el proceso y recibirá muchas menos preguntas por parte de los traductores porque una parte de sus dudas ya estarán resueltas desde el principio.

Para acabar, tiene que controlar y revisar la tarea una vez finalizada. Por supuesto, no tiene por qué conocer los idiomas, pero sí debe homogeneizar los documentos (que los nombres de los archivos sean similares y el formato el adecuado) y comprobar que todo está hecho. Asimismo, es muy recomendable que envíe un feedback a los traductores de su trabajo. Por ejemplo, si la empresa se ha quejado por algo o si todo lo contrario o si ve que falta algo o si han hecho un trabajo excelente. Los traductores estarán muy agradecidos de recibirlo, ya que, solo viendo los fallos, se es capaz de mejorar o si han hecho un buen trabajo, sabrán que deben seguir por ese camino.



En definitiva, el gestor de proyectos debería ser nuestro aliado, nuestro compañero y la persona que siempre esté ahí si sentimos que nos estamos volviendo locos frente a un texto.